El terremoto de 1746, que azotó la ciudad de Lima fue uno de los más violentos a lo largo de la época virreinal[1].
Luego de los tres a cuatro minutos que duró el sismo, de las aproximadamente 3000 viviendas que había en la ciudad de Lima, solo lograron quedarse en pie 25. Al poco tiempo del desastrozo terremoto ocurrió un tsunami en el Callao, la cual de las 4000 personas que habitaban ese lugar, solo lograron sobrevivir 200 personas aproximadamente[2]. El Perú poseía 23 buques que se encontraban en las playas del Callao, 19 de ellas se fueron a pique y solo 4 de ellos fueron lanzados hacia tierra[3]. El país quedó en ruinas, donde la mayoría perdía lo poco que tenía.
Luego de los tres a cuatro minutos que duró el sismo, de las aproximadamente 3000 viviendas que había en la ciudad de Lima, solo lograron quedarse en pie 25. Al poco tiempo del desastrozo terremoto ocurrió un tsunami en el Callao, la cual de las 4000 personas que habitaban ese lugar, solo lograron sobrevivir 200 personas aproximadamente[2]. El Perú poseía 23 buques que se encontraban en las playas del Callao, 19 de ellas se fueron a pique y solo 4 de ellos fueron lanzados hacia tierra[3]. El país quedó en ruinas, donde la mayoría perdía lo poco que tenía.
Debido a las continuas réplicas del terremoto, la población limeña vivía traumatizada y desolada y buscaban salvar sus vidas escapándose a los cerros más altos para poder sentirse “seguros”[4].
Por ello el gobierno actual, el cual era precedida por el virrey José Antonio Manso de Velasco, debía tomar las cartas en el asunto y mantener la calma ante tan caótico desastre. El virrey hizo todos los esfuerzos posibles para evitar la escasez de alimentos y poder reconstruir Lima lo más pronto posible para tranquilizar a la población. Para lograr tal propósito, limitó la construcción de viviendas de más de dos pisos.[5] Pues así, si es que ocurría otro movimiento telúrico, se pensaba que el impacto, que podría ocasionar iba ser menor. Cuando se dio los terremotos anteriores, al de 1746 los virreyes que gobernaban en esas épocas, también habían impuesto esta medida pero muchas de las personas hicieron caso omiso a tales recomendaciones, por eso el conde de Superunda intensificó esta medida, pero no logró que todos estuvieran de acuerdo.
El virrey tenía el deseo de empezar cuanto antes el proceso de planificación para la reconstrucción de Lima, planteó un proyecto llamado el “Gobierno al cabildo” el cual se consultó con el señor Louis Godin acerca de nuevas medidas para las construcciones, él entregó una serie de recomendaciones las cuales consistía en mejorar la seguridad de las viviendas, pues debido a la vulnerabilidad sísmica en la que se encontraba la ciudad de Lima no permitía la construcción pesada y elevada lo cual todos debían adecuarse a esta condición. El grosor de las paredes de los edificios debía reducirse a la décima parte de su altura, para así disminuir la inestabilidad estructural, en la cara interior se tenían que colocar fuertes de madera a tres varas uno del otro, las habitaciones de estas estructuras debían fabricarse de quincha y techos de estera y se recomendó también ensanchar las calles a doce varas, se prohibía la construcción de balcones, arcos de bóveda y torres redondas, y las viviendas debían estar aisladas y construidas de quincha en forma de un cuadrado abierto[6]. Estas recomendaciones buscaban que las nuevas construcciones que se iban a levantar en Lima, sean más seguras ante otro desastre natural y así los pobladores limeños puedan sentirse un poco más tranquilos.
Por ello el gobierno actual, el cual era precedida por el virrey José Antonio Manso de Velasco, debía tomar las cartas en el asunto y mantener la calma ante tan caótico desastre. El virrey hizo todos los esfuerzos posibles para evitar la escasez de alimentos y poder reconstruir Lima lo más pronto posible para tranquilizar a la población. Para lograr tal propósito, limitó la construcción de viviendas de más de dos pisos.[5] Pues así, si es que ocurría otro movimiento telúrico, se pensaba que el impacto, que podría ocasionar iba ser menor. Cuando se dio los terremotos anteriores, al de 1746 los virreyes que gobernaban en esas épocas, también habían impuesto esta medida pero muchas de las personas hicieron caso omiso a tales recomendaciones, por eso el conde de Superunda intensificó esta medida, pero no logró que todos estuvieran de acuerdo.
El virrey tenía el deseo de empezar cuanto antes el proceso de planificación para la reconstrucción de Lima, planteó un proyecto llamado el “Gobierno al cabildo” el cual se consultó con el señor Louis Godin acerca de nuevas medidas para las construcciones, él entregó una serie de recomendaciones las cuales consistía en mejorar la seguridad de las viviendas, pues debido a la vulnerabilidad sísmica en la que se encontraba la ciudad de Lima no permitía la construcción pesada y elevada lo cual todos debían adecuarse a esta condición. El grosor de las paredes de los edificios debía reducirse a la décima parte de su altura, para así disminuir la inestabilidad estructural, en la cara interior se tenían que colocar fuertes de madera a tres varas uno del otro, las habitaciones de estas estructuras debían fabricarse de quincha y techos de estera y se recomendó también ensanchar las calles a doce varas, se prohibía la construcción de balcones, arcos de bóveda y torres redondas, y las viviendas debían estar aisladas y construidas de quincha en forma de un cuadrado abierto[6]. Estas recomendaciones buscaban que las nuevas construcciones que se iban a levantar en Lima, sean más seguras ante otro desastre natural y así los pobladores limeños puedan sentirse un poco más tranquilos.
[1] Cfr. Walker y Ramírez 2002: 657
[2] Cfr. Terremotos en la historia del Perú 2010
[3] Cfr. El gran terremoto de 1746: 2007
[4] Cfr. El culto al señor del mar 2008
[5] Cfr. García 1997: 8
[6] Cfr. Pérez- Mallaina 2001: 134-135
BIBLIOGRAFIA
· WALKER, Charles y RAMIREZ, Ricardo (2002) Cuentas y cultura material: La reconstrucción del Real palacio de Lima después del terremoto de 1746, pp. 657-667. Universidad de California, Davis, y Universidad de San Marcos, Lima.
· WHIPPLE, Pablo (2009) Reseña de "Shaky Colonialism. The 1746 Earthquake-Tsunami in Lima, Peru, and its Long Aftermath" de CHARLES F. WALKER Historia, Vol. 42, Núm. 1, enero-junio, pp. 296-298 Pontificia Universidad Católica de Chile.
· PÉREZ-MALLAINA, Pablo (2001) Retrato de una ciudad en crisis. La sociedad limeña ante el movimiento sísmico de 1746. Sevilla: Pontificia Universidad Católica del Perú.
· TERREMOTOS EN LA HISTORIA DEL PERÚ (2010) (http://sismosenelperu.wordpress.com/2010/04/07/terremoto-en-lima-en-1746/) (consulta: 25 de Octubre de 2010)
· LOPEZ, Manuel (2007) El gran terremoto de 1746 (consulta: 25 de Octubre de 2010) (http://peru.indymedia.org/news/2007/08/35064.php)
· PENAGOS, Juan (2008) El Culto al señor del Mar (Callao) EN: Blog Juan Luis Penagos Orrego (consulta: 25 de Octubre de 2010) (http://blog.pucp.edu.pe/item/68149/el-culto-al-senor-del-mar-callao)
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